martes, 27 de noviembre de 2012

La Ermita de hace un siglo


La Ermita de hace un siglo

Desafortunadamente no hay muchas referencias escritas sobre el pasado de la antigua Ermita de Torrellano y su Inmaculada Concepción, por eso cualquier narración sobre ellas tiene una gran importancia. El artículo que seguidamente se transcribirá apareció publicado el sábado 3 de junio de 1905, en el periódico La Voz de Alicante, y es la más antigua descripción de un acto religioso en nuestra ermita que he encontrado.

El artículo nos muestra a un Torrellano volcado con su pequeña ermita, donde los vecinos ya no cabían y debían de contemplar el acto desde el exterior de la misma. Nos describe a los niños y a los padres que acudieron y como fue de emocionante para todos ellos. Y lo más importante de todo, la gran devoción a la Purísima Concepción, donde su coronación es recibida con vítores entusiastas.

No debió de ser una coronación canónica propiamente dicha conforme a derecho, pues eso no ocurrió hasta 1991. Debió de ser una coronación litúrgica a petición de los vecinos, donde acudieron varios religiosos, haciéndola coincidir con el día de la Ascensión, con la intención dar a la jornada la máxima solemnidad.

Nada he podido averiguar de la niña Casilda Cortés o del obrero don Antonio Penalva. Doña Mariana Blasco debió de ser una maestra interina de niñas en Torrellano.

De su autor se sabe que fue párroco de la iglesia de San Francisco de Asís en la partida de La Marina. Ejerció un sacerdocio muy activo, estando decididamente involucrado en Círculo Católico Obrero de Elche donde, entre otras muchas actividades, impartió clases a niños y a adultos. Muy sensibilizado por las condiciones de los obreros en una ocasión escribió que era “preciso que el corazón, guiado por la caridad cristiana, se sintiera impulsado a la protección del obrero, instruyéndole y educándole” conforme al evangelio.

La Primera Comunión -  Pablo Picasso

Aquella época no era ni mucho menos idílica. Se nos muestra la gran conflictividad social y política de aquellos años, donde cualquier acto estaba sujeto a una valoración que quedaba marcada en la historia. Por ello también el artículo tiene su importancia, pues no sólo nos muestra la festividad en sí, sino que también nos enseña los diversos trasfondos que vivieron nuestros antepasados.

Para finalizar quisiera sugerirle realice un pequeño ejercicio mental: que conforme vaya leyendo el escrito imagine el lugar en 1905, los acalorados músicos, la blanca ermita rural, las niñas, a los emocionados padres y madres, y a nuestra Inmaculada Concepción, y con ello aprecie el documento en su vertiente más humana.

Juan Francisco Mollá Agulló


" Torrellano Alto
Ni puedo ni debo relegar al silencio, la primera Comunión recibida por multitud de niños y el acto conmovedor de la Coronación de la Virgen, que en el día de la Ascensión, tuve la satisfacción de presenciar en la Ermita de la Purísima sita en el partido llamado Torrellano Alto.
La grata impresión producida por esas hermosísimas niñas, que con el traje blanco aparecen cual lindas mariposas entre el verdor del campo, ansiosas de depositar á los pies de su Madre Inmaculada las místicas rosas de sus almas; los cánticos de amor que ese nutrido coro de vírgenes, tan bello como encantador elevan á su Madre Querida; las dulces melodías de los armoniosos instrumentos dirigidos por el inteligente obrero D. Antonio Penalva que atraen nuestro espíritu; la honrada frente del labrador, que desafiando los rigores de un sol abrasador, se afana y lucha por contemplar la escena que en el interior de su adorada Ermita, el celo de la inteligente y fervorosa maestra Dª  Mariana Blasco, que no cesa un instante de custodiar á ese cándido coro de angelitos que rodean el trono de la Reina de las flores; los suspiros, las lágrimas, las tiernas miradas de Amor á María Inmaculada, cuando el Sacerdote del Señor desde el púlpito la presenta como verdadera madre de la regeneración, los suspiros del padre, las lágrimas de la madre que se deslizan suavemente, al oír á la linda niña Casilda Cortés recitar con maestría la despedida "Adiós Madre mía de mi alma", los vítores espontáneos con que en el momento de la Coronación, al unísono de la marcha real, prorrumpen la multitud apiñada y otras mil y mil circunstancias, me impulsan á coger la pluma para que no quede en el olvido acontecimiento tan grato y tan consolador, porque si los enemigos de la Religión no pierden las ocasiones de ridiculizar y zaherir al culto de María, atreviéndose hasta á insultar al obrero católico, como lo hemos visto recientemente en nuestro querido pueblo, por el delito de haber hecho solemnemente la primera Comunión, nosotros tenemos el deber de no ocultar lo dulces atractivos de esos sagrados acontecimientos, ó para que comprendan lo inútiles que resultan todos sus esfuerzos, cuando pretenden herir con sus escarnios la inmortal y divina Religión de Jesucristo.
¡Adelante, pues, labradores católicos! Adelante en ese camino que en unión de vuestro celoso capellán D. Gaspar Sempere, habéis emprendido con tan buenos auspicios. Seguid y no retrocedáis, porque ya sabéis que ese es el único camino que conduce á la tan anhelada regeneración.

José Díez "

PUBLICADO EN EL LLIBRET DE FESTES DE LA PURISIMA          DICIEMBRE - 2012

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